viernes, 6 de noviembre de 2009

The Third Space Edward Soja

En la ciudad existen los incluidos y los excluidos, sin embargo es paradógica esta postura puesto que los incluidos son la minoría (cuantitativa), mientras que los excluidos aún siendo mayoría son considerados como las minorías. Es algo complicado pero así es como ha funcionado el discurso de las ciudades y en este caso el autor lo que busca, muy en el estilo de Anthony Giddens, es encontrar la "tercera vía" un tercer espacio en el que se incluyan estas "minorías" y donde puedan expresarse y ejercer sus derechos.
El texto en sí habla de un sector en particular, el de los negros, pero bien podría extenderse a cualquier grupo vulnerable.
Y es que volviendo al punto de mayoría-minoría en la ciudad, la realidad es que la mayoría es la que vive excluida, en nuestro país hay cerca de 60 millones de personas en pobreza y de esas un alto porcentaje vive en la que se denomina pobreza extrema (menos de un dólar al día para sobrevivir), con este panorama no nos queda sino darnos cuenta que todas estas personas están excluidas ya no digamos de la vida pública, sino de acceso a servicios, excluida de oportunidades verdaderas de empleo, de acceso a la educación, etc.
Como se vio al principio del curso, después de la 2a Guerra Mundial, la ciudad pasó a ser el instrumento del crecimiento económico (por encima de las guerras), la tierra de la prosperidad, de las oportunidades, etc. esto no hizo más que crear "supercentros" urbanos en lo que toda persona racional (racional desde el punto de vista económico, un actor racional es aquel que piensa en términos marginales, es decir de costo beneficio) quiere entrar y es que es algo normal, si frente a ti se presentan dos mundos, uno el del medio rural, cada vez más abandonado, sin oportunidades de progresar, muy competido a nivel mundial, que ofrece pocas ganancias, por mucho trabajo físico, lo más normal es que elijas otro camino, este otro camino es justamente el de las ciudades. Como vemos la ciudad actúa como imán de todas esas personas, y además a la ciudad le conviene esto ya que representan mano de obra barata, que no necesita mucha educación paras realizar sus trabajos y que son muy productivos.
El problema de esto viene cuando estas personas comienzan a pedir mejores condiciones, mejores salarios, empiezan a exigir derechos fundamentales (que les pertenecen) y que por diversas razones no se les quieren o pueden dar.
Este último punto es sumamente importante ya que a veces al pensar en términos de Seguridad Humana, pensamos en que todos deberían tener acceso a servicios básicos, reconocimiento de propiedades, salud, educación, etc., sin darnos cuenta de que hay centros urbanos que ya perdieron su capacidad de darlos, como ejemplo pongo el caso del agua en el distrito federal, en D.F. tenemos tanto delegaciones que tienen relativamente poca densidad poblacional como Miguel Hidalgo o Venustiano Carranza (digo relativamente porque la verdad es ya somos tantos que decir poco en una ciudad de la dimensión de la nuestra se vuelve mucho), mientras que por otra parte tenemos delegaciones como Iztapalapa con 4 millones de habitantes aprox. (razón por la cual tiene los serios problemas de servicios, inseguridad, etc. que tiene). Si a esto le sumas que según estudios realizados por la CONAGUA y el IMTA (Instituto Mexicano de Tecnologías del Agua) indican que los mantos acuíferos del centro del país están sobreexplotados en casi un 155% y no, no me equivoqué, en un ciento cincuenta y cinco porciento.
La pregunta a todo esto es ¿cómo darle servicios básicos a tanta gente?; ¿cómo reconocer sus derechos?, ¿el Estado o el Gobierno Local tienen las capacidades para hacerlo? yo creo que a pesar de que la respuesta podría parecer eterna, en cuanto a la capacidad del gobierno, yo creo que ya la perdió, como dije hablamos de delegaciones ya no con cientos de habitantes sino con varios millones, numerosos estudios se han hecho para dotar de agua a Iztapalapa y algunas soluciones que se han planteado son la de dividirla en otras 3 o 4 delegaciones para que así tengan capacidad en recursos para afrontar el problema, además de reducir el tamaño poblacional de la delegación, obviamente este tipo de soluciones no fue vista con muy buenos ojos.
Respecto a las preguntas anteriores, creo que la solución, al menos en nuestro país, es la de desarrollar más centros urbanos, lejos del centro, esto lo digo porque el centro ya no tiene recursos naturales o son muy escasos para soportar la cada vez mayor mancha urbana, lo malo es que según INEGI tenemos del total de asentamientos poblaciones en nuestro país, un porcentaje de 75% de poblaciones menores a 10,000 habitantes, esto no puede ser posible en un país de casi 110 millones de habitantes, como dije, la solución está en repartirnos por que de otra manera seguiremos teniendo los serios problemas de recursos, de asentamientos irregulares, etc. que se tienen en las grandes ciudades de nuestro país.
Como se ve en el mapa (que habla de los mantos acuíferos sobreexplotados en nuestro país, nos podremos dar cuenta de que realmente estamos mal distribuidos el problema es que no es tan sencillo aplicar políticas de movilizaciones sociales de esas magnitudes, sin embargo es la única solución que se me ocurre.
Sin embargo volviendo al punto de la lectura, el reconocimiento de los derechos de las mal llamadas minorías, creo que ese "tercer espacio" del que habla Soja no es otro sino el espacio público, entendiendo este como ese espacio no físico, de deliberación y donde la comunicación política juega un rol sumamente importante.
A este respecto, cuando vimos el caso de los slums en Mumbai, en Dhaka, en India, etc. vimos una serie de problemas que de cierta forma se asemejan a los que vivimos en nuestro país en mayores o menores maginitudes, sin embargo en uno de los casos específicos, el de la organización que agrupaba a otras 3 organizaciones de distinta índole en Mumbai si no mal recuerdo, ahí se vió el ejercicio de la comunicación política en el tercer espacio. Por ejemplo el caso de las mujeres que por razones religiosas y sociales eran marginadas, excluídas, golpeadas y tratadas peor que animales y que formaron su propia organización pro derechos de la mujer, ahí es cuando entraron al tercer espacio y ganaron posiciones a tal grado que hoy en día el rol de la mujer h trascendido el simple papel de ama de casa y hoy son más reconocidas, forman suborganizaciones para poder tener un contrato de agua y son reconocidas legalmente, todas esas luchas que se pueden ver en la lectura de Grassroots democracy de Arjun Appandurai, son el vivo ejemplo de que ese Tercer espacio existe y en el se libran las luchas actuales por el reconocimiento de los derechos de las minorías.
Saludos.

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