domingo, 6 de diciembre de 2009

Global cities: The case of Manila

¿Que pasa cuando el Estado no puede dar oportunidades reales y buenas de empleo a su población? Al parecer gracias a la lectura ahora conozco "de dos sopas" para solucionar el problema, una la que hacen en Filipinas: La exportación de trabajo y mano de obra hacia otros países legal y ordenada y; la de México: La misma exportación de mano de obra hacia otros países pero de manera ilegal y muy desordenada.
Al pasar por esta lectura no pude evitar pensar en si alguna de estas dos prácticas era mejor, por un lado en el caso de Filipinas se llega a acuerdos con otros países para exportar la mano de obra, además hay controles y registros para saber quién está fuera, mientras que en México no hay acuerdos y nuestros connacionales sufren tratos inhumanos, trabajan jornadas de 18, 20 o hasta 24 horas x varios días.
Por una lado está bien que el gobierno Filipino reconozca sus problemas y busque darle soluciones (no muy ortodoxas) y prefiero eso a que sea como el gobierno mexicano que incluso tiene políticas para expulsar a más y más gente, como el programa de supuesto "apoyo a migrantes 3x1", que más que ayudar, promueve la migración hacia los Estados Unidos ya que a grandes rasgos el programa consiste en dar 2 pesos por cada peso que un migrante aporte a su familia aquí en México, esto lejos de disminuir la pobreza o la migración de México a Estados Unidos, hace que las familias envíen a más familiares para obtener más recursos del programa, además por otra parte, el gobierno mexicano niega o no quiere solucionar el problema.
Aunque por el lado de los Filipinos también tiene sus problemas, el primero es que si es un Estado que no puede proveer a su población de trabajo, esto nos habla de serias deficiencias en varias áreas y seguramente el empleo no es la única, no lo sé pero seguramente deben tener problemas de salud, de alimentación, de educación, etc. por lo que los trabajadores que exportan tampoco están lo más capacitados que digamos, a esto le sumo que si un Estado no puede proveer de esas cosas a sus habitantes, entonces para qué queremos Estado, sobre todo si es un Estado que delega sus funciones a otros.
Por otro lado el impacto de las migraciones es fuerte tanto para el país receptor como para el expulsor, nuevamente desconozco algunos detalles del caso de Filipinas pero eso tiene que traer desequilibrios en la economía ya no digamos local sino en la regional, porque al final alguien se está viendo beneficiado con esto, peor no creo que sean ni los migrantes ni los Estados.
En el caso mexicano todos conocemos la historia, a México, le conviene seguir mandando migrantes a Estados Unidos (por las remesas) sin embargo ya son tantos nuestros connacionales que en Estados Unidos ya empiezan a verlo desde hace algún tiempo como un problema de Seguridad Nacional por lo que hay que tener cuidado con prácticas como las del muro u otras peores como la exterminación de los ilegales.
La migración actual está ligada al proceso de industrialización seguido por México a partir de los años cuarenta y la rápida transformación de una economía agrícola hacia una urbana industrial, este cambio provocó un descenso de las actividades agrícolas del sur sur-este, privilegiando el noroeste de México, hacia donde se canalizaron importantes inversiones de capital para el apoyo a la agricultura comercial (transporte, créditos, semillas mejoradas, fertilizantes, tractores). Es a partir de 1940 cuando estos agricultores afectados por la baja productividad de sus cosechas, empezaron a emigrar como braceros a los Estados Unidos. Como vemos son ya más de 60 años de migración que ha ido en aumento en los últimos años, esto no es sino producto de una crisis (pero no sólo económica) sino generalizada del sistema político y económico que no puede encontrar soluciones viables para evitar que cada año 600, 000 mexicanos crucen la frontera.
Sin duda volviendo a mi pregunta sobre cual es mejor, creo que ninguno ya que al final estamos viendo el mismo fenómeno, el de la incompetencia del Estado por resolver las necesidades de la población, independientemente de eso, también queda para reflexionar el tema de los derechos humanos ya que no se puede tratar a personas como mercancías y desde mi punto de vista en Filipinas así lo están haciendo así que no puedo sino reprobar los 2 sistemas de migración.
En el momento en el que México se ponga a trabajar en mejorar las oportunidades, reducir la desigualdad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, en ese momento podremos hablar de un Estado que trabaja por sus ciudadanos, mientras sólo podremos hablar de Estado fallido.
Saludos.

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